Esta historia se desarrolla en el año 2000. Entre los antiguos, pero potentes, coches de gasolina, existen los cyber wheels, equipados con motores no contaminantes y avanzados sistemas de navegación denominados cyber-sistemas.
Los cyber wheels proporcionan un transporte seguro y confortable a los humanos.
Actualmente, todos los vehículos de competición están provistos de sofísticados sistemas de IA denominados cyber-formula. Un coche de carreras con este sistema puede ser pilotado incluso por un niño que nunca haya conducido un coche. Siempre que siga las instrucciones dadas por el ordenador, llevará al chico a su destino. Si hay algún peligro, el sistema lo evitará automáticamente o cambiará el recorrido previsto. Aunque este sistema de seguridad sólo funciona en situaciones de navegación ordinaria.